Mujer, no me distraiga

Me levanto y me enfado, es lo que me pasa normalmente por las mañanas, me hago un colacao, enciendo el ordenador y empiezo a leer cosas como éstas: Solo camareros varones son aptos para atender a 53 mandatarios  Según leo en la noticia «El cáterin encargado de las mesas de la Cumbre Nuclear de Holanda optó por los hombres para evitar distraer a los líderes: El personal debía ser reservado hasta casi pasar desapercibido, y si añades tres rubias platino a un grupo de 20 hombres, la imagen que queremos dar se estropea».

ImageLo primero y más grave me parece la frase que pronuncia el dueño del catering de la cumbre: “Y si añades tres rubias platino a un grupo de 20 hombres, la imagen que queremos dar se estropea”. Dejando de lado el tema de por qué las camareras elegidas para dicha cumbre tienen que ser mujeres rubias platino con unas medidas 90, 60, 90, me preocupa más, si cabe, la otra parte: «si añades». A las mujeres nos añaden, somos un complemento, un adorno que hace bonito, al igual que en una sala de reuniones no pondrías luces de neón porque distraen y son molestas, tampoco pondrías mujeres.

Por otro lado, como ya todxs sabemos, los hombres son esa especie incapaz de mantener sus instintos bajo control y son fácilmente distraíbles por guapas mujeres (muy guapas, perfectas y femeninas) que pasan a su alrededor. Ya sabes, si te tocan, o se sobrepasan es normal, no te enfades, son así. Además, se da por hecho que todos los hombres asistentes son heterosexuales. Seguro que más de uno se alegró al saber la noticia.

Y luego está la puntualización que hace el diario El País, resulta que a dicha cumbre asistían también mujeres: la canciller alemana, Angela Merkel, la primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, la presidenta lituana, Dalia Grybauskaitê, la primera ministra noruega, Erna Solberg, la presidente surcoreana, Park Geun-hye, o la ministra surafricana de Cooperación, Maite Nkoana-Mashabane. «¿O es que a ellas no podían tal vez distraerles los jóvenes uniformados que servían su comida?», se pregunta la autora del artículo. No, desde luego que no, las mujeres somos las únicas que tenemos la capacidad de distraer con nuestras diabólicas armas femeninas a los varones inocentes.

La historia de siempre, las mujeres somos todas descendientes de la malvada  Eva que sedujo a Adán y le dio de comer de la manzana. Pero la historia ya cansa. Esta decisión es el reflejo de la sociedad en la que vivimos, en vez de enseñarles a ellos a no violar, a no agredir o que las mujeres no somos objetos a los que mirar y pasar la mano por el trasero, se nos educa a nosotras a protegernos, a correr, a no llegar tarde a casa, a no llevar minifalda o escote por lo que pueda pasar. Basta ya. Por lo que pueda pasar, por lo que está pasando ya, cambiemos de una vez.

Imagen: Compromisorse.com

2 comentarios en “Mujer, no me distraiga”

  1. Fíjate que saqué yo el tema el otro día en la cena pero hubiera sido incapaz de explicarlo tan bien como lo has hecho tú. El «si añades» es matador.

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