Mujeres, hombres y tetas

Hoy vengo a hablar de tetas. Esos  «orgános glandulosos y salientes que los mamíferos tienen en número par y sirven en las hembras para la secreción de la leche», tal y como define la RAE. Además de para esto, en las hembras humanas sirven para hacer bonito y como objeto de excitación sexual. Hasta tal punto llega esa idea, que muchas veces cometemos auténticas locuras para ajustar nuestros bustos a la percepción que tenemos de pecho ideal.

Linda bajaEsta semana leía este artícuo: Pecho con efecto ‘Cenicienta’, en la revista Smoda de El País, que habla sobre una técnica para aumentar la talla de sujetador durante unas horas sin pasar por quirófano, por ejemplo para ir a una fiesta, una boda o un evento en el que quieras lucir canalillo. Tal y como explican, la técnica consiste en inyectar suero fisiológico en las mamas; las células mamarias absorven el suero y así aumenta el tamaño del pecho. Lo bueno (o malo) es que es temporal, ya que «el organismo tarda unas 24-48 horas en reabsorver el suero», vamos que como te descuides un poco y se te vaya la hora te desinflas como un globo.

Hace tiempo también leía en La  Vanguardia esta otra noticia: Sujetador interno que evita la caída del pecho, ¿sujetador interno? Sí, habéis leído bien, se trata nada más y nada menos de una especie de malla que se coloca dentro de ambas mamas, sujetado en las costillas, lo que evita que se «caigan»..  Según dice su creador «el sujetador funciona como una hamaca dentro del pecho», ¡qué gracioso!

Pero, ¿qué nos pasa? ¿Tan eficaz ha sido este sistema, que de verdad nos hemos tragado que necesitemos operaciones y operaciones para tener unas tetas «ideales»? ¿De verdad nos hemos tragado que todas estas operaciones innovadoras, esos wonder bra que aumentan dos tallas y son incomodísimos, son para que nos sintamos mejor con nosotras mismas? Me temo que sí. Y me temó que nos han engañado, todo este despliegue para que nos pongamos sujetador y nos operemos las tetas disfrazado de «siéntete bien» no es más que otra técnica del sistema capitalista, patriarcal y machista que se nutre de nuestra tristeza e inseguridades, para ganar dinero y gustar y tener contentos a todos esos hombres heterosexuales que se mueren por un «buen par de tetas» (literally). Solo hay que ver cómo se ha puesto Twitter con el cierre del perfil «Wikitetas».

Igual que los tintes, que las cremas, que las dietas milagro… En fin, nos hemos creído el cuento de que merece la pena luchar por ser eternamente jóvenes y tener un cuerpo perfecto que nadie tiene, en vez de aprender a querernos y disfrutar con nuestros cambios.

piesloto
Pies de loto/ Imagen de Jo Farrel, La Vanguardia

Las operacioens de pecho me parecen el culmen de la opresión a las mujeres del S.XXI en esta parte del mundo en cuanto a cánones de belleza se refiere. Igual que a las pobres chinas les vendaban y rompían los pies para que les cupiesen en zapatos minúsculos porque era el canon de belleza de la época (para gustar a los hombres), o las mujeres Padaung, más conocidas como «mujeres jirafa» a las que les ponen anillos alrededor del cuello desde que son pequeñas para aumentar la longitud de éste, algo que las provoca en muchas ocasiones dolores y problemas de espalda de por vida e incluso la rotura del cuello. En  esta parte del mundo el canon de belleza (para gustar a los hombres) son un buen par de tetas y a poder ser, sin arrugas, canas, ni celulitis. ¿Alguien me puede decir cuántas mujeres cumplen con estos requisitos sin pasar por el quirófano o gastarse el dinero en productos de «belleza»?

Es una pena, pero nos hemos tragado el cuento de la princesa y el príncipe. Queridas, los príncipes no existen, y si existen, deberán querernos tal y como somos, porque como dicen «en la variedad está el gusto», cada mujer es un mundo, con un cuerpo, unas tetas, una nariz, unos muslos, y un coño con formas y colores distintos. ¿Creéis que si todas tuviésemos una talla 120 de pecho se acabaría todo? ¡NO! Nos exigirían otra cosa y otra cosa y otra cosa más. La única salida pasa por mandarles a todxs a la mierda, querernos entre nosotras, mirarnos al espejo y decir, «Joder, me gusta como soy, y a quien no le guste, que le den».

Imágenes: Oso con alas/Jo Farrel, La Vanguardia

1 comentario en “Mujeres, hombres y tetas”

  1. Uy Lauro, que agresiva… JAJAJA es broma
    He flipado con lo del suero que te hace aumentar el pecho durante 24 horas… Quien coño se somete a eso por dios? Y como pueden permitirlo?

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