Ayer no vi Eurovisión, pero sabía que se presentaba Conchita Wurst por Austria, o como la han llamado “la mujer barbuda”. Tenía todas mis expectativas puestas en ella y sin saber mucho más sobre lxs participantes esperaba que ganara. ¿Por qué? Porque además de tener una gran voz, da visibilidad a una realidad que mantenemos oculta y tras tabúes y con ello lanza un mensaje de respeto, tan imprescindible en estos tiempos. Como recoge RTVE, en la rueda de prensa posterior al festival, Conchita explicaba emocionada que el haber ganado Eurovisión «es una señal de lo que piensa Europa, todo el mundo se ha unido por la tolerancia, sin importar nada más».
Hasta aquí todo genial. Mi sorpresa vino al llegar a casa y leer los comentarios en Twitter. Había gran variedad, tanto de apoyo como rechazo por Conchita, pero los que llamaron mi atención fueron los que decían cosas como: “tira más una mujer barbuda que dos tetas, así va el país”. Este comentario se hacía a raíz de la actuación de Polonia, protagonizada por un grupo de chicas polacas ligeras de ropa que tanto en su videoclip, como en la actuación, aparecen con pose sugerente haciendo mantequilla. Sí, haciendo mantequilla, o mejor dicho, representando la alegoría de hacer “una paja”, así, sin más.

Otrxs hablan de que solamente votaron a Conchita por llevar barba y crear espectáculo. Sea como fuere, sigo prefiriendo el espectáculo que crea polémica por dar luz a una realidad que ocultamos y de la que no hablamos que aquel que cosifica a las mujeres y nos rebaja a meros objetos sexuales. En nuestra sociedad binaria en la que solo aceptamos como bueno el masculino y el femenino, tener vagina o pene, me parece de suma importancia que existan personajes como Conchita. Otro de los comentarios que se decía anoche en Twitter fue «Eurovisión parece un circo». Creo que este comentario unido al de «tira más una mujer barbuda que dos polacas», es un buen reflejo de cuánto nos queda por asumir y normalizar.
Para quienes os interese este tema, comparto el reportaje publicado en la revista Píkara, ¿Será niña o niño?, que ganó el Premio de Periodismo de la Unión Europea: «Juntos contra la Discriminación».